Jaime Abedrapo Rojas: ”La revisión de la Constitución no será fácil para las FF.AA. de Chile»

El director de la Escuela de Gobierno de la Universidad San Sebastián analizó el impacto del nombramiento de la mapuche Elisa Loncon al frente de la Convención.

Aunque no sin zozobras, producto de manifestaciones y algunos hechos de violencia, la Convención Constituyente chilena comenzó el domingo el camino para redactar una nueva carta magna que debería acabar con los resabios del pinochetismo y poner en revisión un modelo económico liberal exitoso en términos de crecimiento en las últimas décadas, pero que ha exacerbado las diferencias sociales y creado nuevas reivindicaciones que esperan satisfacción. El proceso, que es de cambio profundo, involucra asimismo cuestiones delicadas en lo político y que se expresaron en la propia apertura: la elección como presidenta del cuerpo de la referente mapuche Elisa Loncon, que llega con la idea de convertir al país en un Estado plurinacional.

«Se trata posiblemente de un elemento difícil de asumir» para el gran empresariado, le dijo a Letra P desde Santiago Jaime Abedrapo Rojas, analista político y director de la Escuela de Gobierno de la Universidad San Sebastián. «Este proceso de revisión tampoco no será fácil para las Fuerzas Armadas», agregó, en una jornada en la que todo el país comentaba los silbidos que acompañaron la entonación del himno nacional en la ceremonia de apertura. ¿Se dirige Chile, con una mayoría social deseosa de cambios de fondo y un establishment aferrado a su visión tradicional, hacia una era de enfrentamiento impensada hasta hace poco? ¿Qué roces se pondrán en evidencia en el proceso que comienza, que demandará entre nueve y 12 meses, antes de la ratificación del futuro texto en referéndum?

Parte de un clima de época en la que el poder tradicional debe adecuarse a lo que reclama la sociedad, la ciudadanía eligió por primera vez hace pocas semanas a los gobernadores de las regiones. Eso, que se enmarca en un creciente proceso de descentralización, no obsta que el artículo 3º de la actual Constitución consagre a Chile como un país unitario, en el que «la administración del Estado será funcional y territorialmente descentralizada, o desconcentrada en su caso, de conformidad a la ley». Dado que Loncon fue elegida con 96 de los 155 votos de los convencionales, cerca de los dos tercios necesarios para aprobar cada una de las enmiendas, podría pensarse que su programa de avanzar hacia un Estado plurinacional al estilo boliviano encontraría menos escollos que los pensados.

«Esta Convención transformará Chile. Ese es un sueño de nuestros antepasados y este sueño se hace realidad. Es posible, hermanos y hermanas, compañeros y compañeras, refundar este Chile, establecer una relación entre el pueblo mapuche, las naciones originarias y todas las naciones que conforman este país. Esta es la primera muestra de que esta Convención va a ser participativa», prometió el domingo la flamante titular de la Constituyente, una lingüista, feminista e intelectual de izquierda de 58 años. De hecho, Loncon accedió al cuerpo a través de uno de los 17 lugares reservados para los pueblos originarios en una Convención que, de modo inédito, cuenta con paridad de género.

El presidente, Sebastián Piñera, la felicitó, aunque de un modo oblicuo, exhortándola a actuar con «sabiduría» y «prudencia»

A continuación, la entrevista que el analista Abedrapo Rojas le concedió a este medio.

–¿Lo sorprendió la designación de Loncon al frente de la Convención?

–Era muy probable que alguno de los representantes de los pueblos originarios estuviera en la presidencia. El nombre de ella había sonado bastante, al igual que otros que simplemente no figuraron.

–¿Cómo es visto en Chile, en términos generales, que una referente mapuche lidere el cuerpo que va a redactar una nueva constitución?

–Las ideas en torno al respeto y el reconocimiento de los pueblos originarios han avanzado una enormidad en el país. Eso ha sido así incluso antes del estallido social de 2019, pero sin duda ese hecho ha actuado como un acelerador del proceso.

–¿Y cómo es procesado eso por la derecha política?

– Respecto de este tema, la derecha no es homogénea porque, de hecho, hay sectores que se están sumando a este tipo de reinvindicaciones. El problema de la derecha es que actualmente no presenta ideas claras de diferenciación en un tiempo que es de profundos cambios culturales. 

–Yendo más a lo específico, ¿qué reacción cabe esperar un empresariado acostumbrado a reglas de juego que parecen estar en un proceso de transformación?

–Entiendo que la pregunta se refiere al sector de la gran empresa. Para este, se trata posiblemente de un elemento difícil de asumir, porque involucra un cambio cultural respecto de la propiedad privada y de la defensa de intereses, en particular de las compañías, forestales. Seguramente lo que está ocurriendo significa para ese sector incertezas que no le resulta fácil asumir.

–¿Cuál es el impacto en otro actor relevante: las Fuerzas Armadas?

–Las Fuerzas Armadas han sido actores centrales en la construcción de la chilenidad, por lo que este proceso de revisión de esa construcción no les será fácil. Hasta hace poco seguían realizando acciones para chilenizar a los descendientes de pueblos originarios. Hoy ello parece contrario a lo que se vive en el país. Sin embargo, en la actualidad las Fuerzas Armadas no tienen la influencia de décadas anteriores ni demuestran interés en referirse a estos asuntos de manera pública.

(Nota publicada Letra P).