El sustituto (ahora también para Wall Street)

Todavía no es siquiera precandidato y aún no se conoce ni una encuesta que le adjudique una intención de voto competitiva, pero el hombre se las arregla para que todos hablen de él. Al activismo de algunos dirigentes que buscan construir un puente por encima de la grieta nacional, de ciertas corrientes de opinión y de empresarios derrumbados por la experiencia de Cambiemos (sobre todo en la industria), se va sumando una suerte de clamor VIP y, más interesante, incluso el de un sector de las grandes finanzas. Sí, de modo algo sorprendente Roberto Lavagna se posiciona como el plan B de muchos inversores internacionales.

Quienes supieron explotar las Lebac ultra redituables del primer bienio macrista y saltar al dólar justo a tiempo el año pasado hicieron ganancias fabulosas, claro. Son los mismos que confían en sus reflejos y hoy vuelven a apostar a la bicicleta financiera de las tasas XXXL, mientras ponen en cero el reloj que les indicará de nuevo cuándo salir. Pero otros inversores, que no son pocos, confiaron en las recomendaciones de los managers internacionales entusiastas de la “nueva Argentina” y quedaron muy comprados en títulos de deuda que hoy cotizan por el piso, algo que se expresa en un riesgo país que no sale del rango de los 700 a los 800 puntos básicos. A estos últimos no les repugna la idea de Mauricio Macri reciba un escarmiento.

Un trader radicado en Buenos Aires que tiene contacto cotidiano con inversores en Estados Unidos le dijo a Letra P que “cuando hablo con inversores y fondos de afuera, veo que siguen apostando a la reelección de Macri. Eso es así porque dan por hecho que Cristina (Kirchner) va a ser candidata y, aunque ven un escenario peleado, descartan totalmente un regreso del populismo”. Con todo, la falta de certezas sobre el plan Macri 2.0 tiene su peso. Así, “cuando indago más, noto una percepción creciente de que la decepción con las medidas económicas del Gobierno puede llevar a una candidatura de Lavagna y que, incluso, esa candidatura tenga éxito”, agregó la fuente.

“Lo notable de eso es que la perspectiva de un Lavagna candidato ya no asusta a los inversores. Entre un Macri que está haciendo las cosas mal y una Cristina que las hizo peor, se considera que Lavagna, aunque pueda llevar ‘colgados’ a personajes que no gustan, en definitiva no va a hacer nada catastrófico para el mercado. A lo sumo se va a sentar a renegociar la deuda con los tenedores privados y condiciones con el Fondo (Monetario Internacional), pero no va a ir a un default”, siguió. Nada que no se le haya conocido allá por 2005, cabe recordar.

“Algunos empiezan a pensar que, incluso, esa podría ser la mejor opción”, remató el trader.

Poco dice el ex ministro de Economía sobre sus planes. Mientras define su futuro político, sigue de cerca la incierta evolución de la economía y se limita a hablar de un trípode virtuoso de consumo, inversiones y exportaciones. Lo que perdura es el recuerdo de su gestión con Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner.

Ante sus ambigüedades, las opiniones sobre él no son unánimes. Un manager importante del segmento de mercados emergentes de Nueva York le dijo a Letra P que “todo depende de a quién le preguntes. En lo personal, Lavagna me sigue pareciendo un populista, pero es verdad que, si bien los inversionistas lo ven como un tipo muy heterodoxo, perciben obviamente que no es nada cercano a Cristina”. En el mundo de las finanzas ese es un elogio para valorar.

Walter Molano, economista jefe del banco de inversión BCP Securities y director de investigación de América Latina, es uno de los que habla sin tapujos de un Lavagna presidente.

El escenario electoral “preocupa a todo el mundo; todos los inversionistas quieren hablar de eso, especialmente por el enojo de la población (con el Gobierno) y por las encuestas. Pero también hay datos que dan alivio y optimismo, como la posibilidad de que Roberto Lavagna se presente para presidente y el apoyo que está recibiendo. Eso demuestra que la gente puede estar enojada con la administración actual por los errores que cometió, pero que no quiere dar marcha atrás ni volver al populismo. Esto quedó claro en la elección de Neuquén”, dijo Molano desde Estados Unidos.

“Para eso está la democracia, que da la posibilidad de tener diferentes opciones. No es Macri o nada; puede haber otros actores. Lavagna sería muy bienvenido en lo internacional, entre los agentes multilaterales y, obviamente, en lo doméstico”, agregó en entrevista con FM Milenium.

“Macri, Lavagna, (María Eugenia) Vidal, (Juan Manuel) Urtubey… Hay muchas opciones. Las cosas no dependen de una persona, que es lo que el Fondo Monetario trató de decir la semana pasada. Lo importante es el plan económico y lo que la gente afuera no quiere ver, que sería un regreso al populismo”, cerró al enumerar la lista de los candidatos aceptables para el mercado financiero.

Molano, que se sigue declarando “optimista” sobre las perspectivas de largo plazo del país, es un hombre bien informado y sabe que en ese listado hay un nombre que no está anotado en la carrera presidencial. La gobernadora de la provincia de Buenos Aires buscará su reelección y es un hecho que no está jugando a reemplazar Macri. ¿Por qué la insistencia, entonces?

En ese sentido se comprende mejor la porfía del jefe de Gabinete, Marcos Peña, en ratificar una y otra vez que Macri será el candidato presidencial de Cambiemos, desestimando los amagues radicales de una PASO y también “el plan V”. Para eso salió el fin de semana en dúplex en Clarín y en La Nación y, por si hiciera falta, insistió en el plenario del PRO en Parque Norte.

“El candidato es Mauricio”, repite. Pero no le habla a Vidal ni a la tropa propia. Lo que intenta es fijarle el mensaje a un círculo rojo que amaga con buscar nuevos horizontes.

(Nota publicada en Letra P).