La jura de los gobernadores, nuevo motivo de división del antichavismo

La decisión de la Asamblea Nacional Constituyente de postergar hasta hoy la jura de los gobernadores elegidos en las elecciones del último domingo, prevista en principio para ayer a la tarde, abrió un “impasse” en la crisis de Venezuela. Pero el respiro será efímero: hoy a las 11.00, los cinco opositores vencedores deberán decidir si comparecen ante un cuerpo que pretende poner patas para arriba el orden institucional y cuya misma existencia es radicalmente desconocida por la Mesa de la Unidad Democrática.

La ANC, soberana en los papeles, no actúa al margen del Gobierno de Nicolás Maduro, quien parece haber optado por esperar en medio de una creciente presión internacional, con EE.UU. y la Unión Europea analizando nuevas sanciones.

Cambios de última hora de sedes electorales, denuncias de presiones a electores y fiscales opositores, reapertura de colegios para que votaran militantes chavistas movilizados… todo eso forma parte de los reproches de una oposición que se mostró desconcertada por un resultado que no figuraba ni en sus peores pesadillas.

Los 5 gobernadores que logró elegir sobre un total de 23 (18 fueron para el oficialismo) representan un avance con respecto a los tres que la oposición tenía hasta ahora, pero las encuestas le otorgaban un piso de 12, por lo que la decepción fue enorme. ¿Qué pasó?

Más allá de las irregularidades, imposibles de ponderar en su alcance, pesó la abstención de casi el 39%. “Las encuestas indicaban que 83% de los electores que pensaban no concurrir a votar tenían un perfil independiente, de rechazo al Gobierno”, le dijo a Ámbito Financiero desde Caracas Luis Vicente León, titular de la consultora Datanálisis y uno de los analistas más prestigiosos de Venezuela.

A la hora de evaluar las irregularidades, que parte de los opositores calificó de “fraude” y otra de un más suave “ventajismo”, el analista aclaró que eso “solo se pueden demostrar con las actas verificadas y eso no es algo de lo que yo pueda hablar porque no las tengo ni las voy a tener”. Con todo, explicó, “los recursos de campaña son desbalanceados y eso hace que esta elección, todas en realidad, resulten sesgadas”. “Extraña la diferencia numérica tan importante” entre las encuestas y los resultados oficiales, remató.

El tsunami del domingo terminó de agrietar a una oposición a la que parecen habérsele acabado los recursos. Las urnas, por las razones que sean, le son esquivas incluso en el momento de mayor debilidad del madurismo. Y la estrategia de la insurrección callejera parece haberse agotado entre la represión y la falta de resultados.

Así, radicales como el detenido Antonio Ledezma y María Corina Machado salieron ayer a exigir una renovación en el liderazgo opositor, recordando que ellos habían anticipado que las regionales no daban garantías de transparencia y que eran una trampa mortal.

Pero no solo moderados como Henrique Capriles habían llamado a votar. También, el emblema de los duros: Leopoldo López.

La jura ante la ANC o la rebeldía total es el nuevo tema de división. El vicepresidente del partido socialdemócrata Acción Democrática, Antonio Ecarri, abogó por la juramentación, pero el “adeco” más prominente, el diputado Henry Ramos Allup, lo cruzó al calificar a la ANC como un poder “de facto”. Las divisiones ya no se dan en la MUD sino dentro de cada partido, se ve.

“El resultado de las regionales configura el peor escenario. No hay salida. Negociación muerta, confianza muerta, radicales repotenciados, llamados a calle sin fuerza, represión y radicalización política, perspectiva de más de sanciones, pulverización de inversiones… Y nada de eso garantiza una salida del Gobierno. No soy, como verá, nada optimista”, resume León.

(Nota publicada en Ámbito Financiero).